lunes, 15 de abril de 2013

Yagé y salud


Desde hace mucho tiempo se ha hablado que muchas de las enfermedades que padecen los seres humanos se producen por acumulaciones Sico-emociónales, llamados traumas, que de manera inconsciente van afectando determinados órganos, corazón, hígado, colon, entre otros, hasta convertirlos en enfermedades propiamente dichas.

Normalmente las personas crean un comportamiento, ya sea agresivo o pasivo, de forma inconsciente y lo hacen de tal manera que terminan aceptándolo como propio y lo que es peor como verdadero y único que finaliza con la famosa frase “yo soy así y no puedo cambiar”. ¡NADA MAS ERRONEO EN LA VIDA!

Nadie nace de una manera o de otra. Es la forma como acumulamos las circunstancias de la vida y la respuesta que hacemos ante tales circunstancias lo que convertimos y adoptamos como conductas “propias”. Ser una persona amargada, agresiva, triste, sin perspectivas y dispuesta a hacerse daño así mismo  o a otros es solo una acumulación inconsciente y por lo tanto susceptible de modificarse.

El yagé es en este sentido es un excelente sanador, no porque corrija la enfermedad en si, sino porque te confronta con tu propio interior  y te hace corregir los comportamientos errados que haz hecho en tu vida y además te puede mostrar nuevas perspectivas que te llevan a realizar cambios fundamentales para tu vida.

Cuando no somos capaces de cambiar nuestros malos hábitos en realidad estamos enfermos y no solo del cuerpo sino también del alma. Por eso se dice con mucha razón que el yagé cura el cuerpo y el alma. A eso también le pueden llamar “sanación espiritual”.